Al momento de conceptualizar e idear una nueva exhibición para un museo, es importante determinar qué tipo de exposición se quiere lograr de acuerdo con su contenido y duración. Esto es de mucha ayuda para identificar las necesidades y posibles desafíos que pudieran presentarse en su elaboración y mantenimiento.
Hoy te presentamos la primera parte sobre nuestro especial de los tipos de exposiciones principales que existen y lo que debes considerar al proyectar cada una de ellas.
Exposición permanente
Una exposición permanente es una exhibición propia y exclusiva de cada museo y que permanecerá abierta al público por tanto tiempo como sea posible. Para ello es imperativo que desde la fase de planeación se emplee mucho rigor al determinar contenido (copy), diseño y materiales, ya que por lo general hablamos de inversiones y presupuestos muy altos para garantizar su duración por al menos 10 años.
Sin embargo, al tratarse de una exposición duradera, es también imperativo que cuente con cierta flexibilidad para implementar cambios, mejoras o actualizaciones. En el caso de reparaciones, es ideal que las más frecuentes sean suficientemente sencillas para que prácticamente cualquier miembro del staff pueda encargarse de ellas de manera que el museo tenga que llamar a expertos específicos en ciertas muestras o tecnología sólo cuando sea indispensable.
¿Qué implica?
- Presupuesto considerable
- Duración mínima de 10 años
- Contenido y diseño tan atemporal como sea posible
- Materiales y tecnología resistentes
- Actualizaciones y reparaciones sencillas.
Exposición temporal
La exposición temporal es un contrapunto a la exposición permanente. Ofrece una oportunidad de renovar el interés por el museo y reactivar el interés por visitarlo. Puede utilizarse en sincronía con coyunturas sociales o culturales, o bien para reinterpretar la oferta habitual del museo desde una nueva perspectiva.
La duración de una exposición temporal varía de acuerdo con su contenido y el interés del público, pero en general van de las dos semanas a los tres meses. Regularmente ocupa un espacio designado de cada museo para este tipo de exposiciones y suelen tener presupuestos más bajos y de fácil instalación.
¿Qué implica?
- Duración de 2 semanas a 3 meses
- Presupuesto reducido
- Espacio flexible y adaptable
- Contenido fresco o coyuntural
- Diseño sencillo y construcción ágil
- Estrategias de marketing y publicidad para su promoción
En nuestro próximo blog abordaremos los dos tipos de exposiciones restantes: exposiciones itinerantes y la rotación de colecciones por conservación.
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