Dependiendo del tipo o la naturaleza de tu museo, tu audiencia meta puede ser más o menos homogénea, pero aún incluso en aquellos espacios especializados con un público muy específico, todos los diseñadores de exhibiciones y museógrafos se enfrentan a un desafío que está fuera de su control: el marco.
El marco es un concepto que describe los supuestos con los que un visitante llega a tu museo o exhibición. Se trata de las estructuras ideológicas, culturales, de pasadas experiencias o incluso físicas que aplicarán a objetos y espacios y que moldearán su interpretación y su experiencia como visitantes.
No todos los visitantes de un museo tienen los mismos marcos, aunque se pueden reconocer algunos patrones. Hoy te compartimos algunos de los marcos más comunes que los visitantes pueden llevar a tu museo o exhibición.
El museo como presentador de objetos
Los visitantes que tengan este marco esperan que un museo presente objetos o artefactos físicos, los cuales interpreta como algo real y tangible. Para este tipo de visitante, otro tipo de experiencias como más interpretativas o metafóricas podrían desdeñarse como algo no real o que no vale la pena estudiar con el mismo detenimiento.
El museo como educador
Este marco predispone a los visitantes a ver un museo principalmente como un lugar de aprendizaje donde él o ella será educado con base en datos y conocimiento preciso. El visitante que llega con este marco ve al museo como una fuente de información confiable.
El museo como fuente de disfrute
Existen visitantes que encuentran sumo placer en estar en un museo y entran en esta categoría. Esto puede ser a través de la interacción con algún contenido o muestra, o simplemente por que aprecian y disfrutan del ambiente y atmósfera general del espacio. El gozo de estar en un museo puede tener que ver con la diversión, pero no necesariamente. Existen formas más sobrias de disfrutar un museo, dependiendo de la persona.
El museo como motivo de peregrinaje
Este marco se refiere a aquellos visitantes que buscan algún objeto o lugar específico por su importancia o significado cultural. Por ejemplo, los que van al Louvre a ver la Mona Lisa y que se sienten recompensados socialmente sólo por ello. Es decir, ven a los museos (o los objetos que contienen) como peregrinaje.
¿Cómo enmarcar las salas de tu museo?
Los marcos son experiencias que no están en control de los museógrafos, pero que pueden dirigirse con un diseño de exhibición pensado y con propósito. Con un equipo de expertos puedes crear marcos que refuercen o desafíen los marcos preexistentes de tus visitantes de forma positiva, involucrándolos más emocionalmente en tu espacio.
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